·
REFLEXIÓN: este periodo de
confinamiento está sacando a la luz el tipo de ocio al que nuestros hijos están
acostumbrados: entretenimiento ofrecido desde fuera, los niños consumen ocio en
forma de extraescolares, parques de bolitas, pantallas…
o
¿tras una larga
jornada escolar salían a jugar con otros niños?
o
¿les facilitamos
contacto con la naturaleza, con otros niños y con su cuerpo?
o
¿estás todo el rato
entreteniéndole o por el contrario está todo el día a su aire?
·
RITMO: los seres humanos crecemos y vivimos en torno a unos ritmos que guían de
forma armónica nuestro desarrollo. Si escuchamos esos ritmos y organizamos la
actividad diaria de forma coherente con ellos, facilitaremos el bienestar
emocional y físico de toda la familia.
En la infancia los ritmos, además de aportar salud y bienestar, nos
ayudan a combatir berrinches, si pueden anticipar lo que va a ocurrir, se
sienten más seguros y están más dispuestos a participar (MANDAN LAS RUTINAS)
o
VIGILIA-SUEÑO
(actividad-descanso)
o
Comer-no comer
o
Estar
solo-interactuar con otros
o
Estar dentro-estar
fuera
o
Entre actividades
recreativas y responsabilidades
o
Entre actividades
físicas, mentales y creativas
·
Cada niño tiene un
nivel de actividad diferente, nuestro papel es el de moduladores que faciliten
esos ritmos en forma de rutinas.
·
El confinamiento y
las posteriores medidas de distanciamiento social han puesto patas arriba
nuestros ritmos y rutinas. Ahora nos toca ponerle conciencia al ritmo del día.
·
Recuperar o mantener
estos ritmos es la principal medida que debemos tomar para asegurar la
estabilidad física, emocional y mental.
·
Los niños necesitan
equilibrio entre:
o
Actividades dinámicas
y actividades concentradas
o
Actividades libres-
responsabilidades (cooperación en casa)
o
Momentos en los que
se entretienen solos (autonomía) -momentos donde interactúas con ellos
(atención plena)
·
¡IMPORTANTE!
o No muchas horas con la misma actividad
o No pueden pasarse todo el día tranquilos y
concentrados
o En niños menores de 6 años es NORMAL Y
SALUDABLE que pasen jugando la mayor parte del día. El juego libre es un momento de gran aprendizaje
y concentración, no hace falta tratar de ocuparlos todo el día con
mil actividades
ACTIVIDADES SEGÚN EL NIVEL DE MOVIMIENTO
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ATENCIÓN PLENA
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AUTONOMÍA
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1 Actividades guiadas
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2 Actividades compartidas
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3 Actividades libres
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Rimas-poesías-deberes
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-
Manualidades
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Juego libre
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Contar cuentos
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Cocinar
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Dibujar-manualidades
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-
Tareas domésticas
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Muchas actividades compartidas pasan a ser libres y autónomas
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SUGERENCIA PARA REPARTIR LAS ACTIVIDADES DURANTE EL DÍA
1.
NOS LEVANTAMOS:
a.
el rato desde nos
levantamos nosotros hasta que se despiertan ellos es el mejor momento para
trabajar.
b. Aún así, es importante mantener unos horarios
claros de levantarse y acostarse y añadir algún rito (actividad que se repite
diariamente de la misma forma) que haga más agradable el momento. Ejemplo:
cuento antes de acostarnos, rima al levantarnos.
2. Ayudar en las tareas de la casa: si podemos, autonomía y
participación en las tareas de casa. Los niños “piensan con las manos”, debemos
dejar que las usen, aunque las cosas no queden perfectas o nos hagan ir más
lentos.
a. Cocinar, poner y quitar la mesa, barres, colgar
ropa, hacer camas…
3. Actividad física: la neurociencia señala las
ventajas de mover el cuerpo antes de usar el cerebro. Un pequeño juego de
ritmo, equilibrio, una rima con movimiento…
4. Tareas escolares, actividades creativas y juego
libre.
a. Momento ideal para las tareas escolares, si son
muchas se pueden dividir entre mañana y tarde.
b. Si no hay tareas impuestas desde fuera, es buen
momento para actividades creativas: dibujar, pintar, modelar, trabajos con lana
e hilos, tocar instrumento…
c. Tiempo: varía mucho de un niño a otro, pero más
de 15-20 min será complicado.
d. En menores de 6 años, su tarea más importante
es jugar de forma concentrada y creativa. Es el gran reto, que consigan un
juego autónomo y espontáneo. Es un momento que permite el despliegue de todo el
potencial creativo, imaginativo, destrezas motrices, sociales, de planificación
y también de concentración. La clave está en que sea un momento en el que el
adulto no intervenga.
e. Tan importante como jugar es RECOGER. Durante
el juego libre es conveniente dejarles explayarse y expandirse: que usen
cojines, toallas, sábanas…
f. Ayúdales a RECOGER. Tómalo como parte del
aprendizaje y del juego, que cada cosa vuelva a su sitio.
5. Cuida el ambiente de juego libre:
a. Físico:
i.
Espacio: para juegos dinámicos rayuela en el pasillo, laberinto
con hilos, recorrido de obstáculos, etc; para juegos simbólico, suelo con
alfombra que invite a usarse, rincón para montar una casita con telas, etc.
ii.
Materiales: elementos
de casa; naturaleza y cotidianos; haz manualidades que tengan un propósito en
el juego (coronas, cordones, catalejos…)
b. Emocional: tus emociones y actitudes les
influyen, los niños imitan tu estado de atención, calma, nervios… ¡Ten siempre
presente las neuronas espejo!
6. Recreo/actividad física: a media mañana y media
tarde tocaría salir a jugar, en estos momentos, propón, al menos, un cambio de
escenario. Por ejemplo, podríamos hacer un recorrido en que tengan que pasar
por debajo de sillas, entre cuerdas, etc.
7. Comidas: podemos implicar a los niños en su
preparación, poner la mesa y recoger después; momento de reunión y conversación.
8. Siesta: momento de descanso y conexión con uno
mismo. Podemos dormir un poco, leer, ojear cuentos, juegos tranquilos…; sería
también el momento menos nocivo del día para las pantallas; los adultos debemos
regalarnos a nosotros mismos un momento de desconexión para terminar el día sin
perder los nervios.
9. Vamos a dormir: al ir a la cama, dedica a tus
hijos unos minutos de atención plena y calidad. Podemos leerles un cuento,
hacer una rima que les ayude a hacer la transición al sueño, cantar una
canción, hablar de lo que hemos hecho durante el día y de los planes para
mañana…
¡CONSEJO IMPORTANTE!
Ø Si tú consigues relajarte es más posible que
también lo consigan tus hijos.
POSIBLES RAZONES QUE
IMPIDEN A TUS HIJOS DORMIRSE¨
Ø Dos horas antes de dormir han estado frente a
las pantallas
Ø No han gastado suficiente energía.
Ø Juegos muy activadores a última hora del día.
Ø No has estado presente (de verdad) en todo el
día y a la hora de dormir te demandan.
Ø Les acuestas muy tarde y su ritmo de sueño se
ha trastocado (ritmo circadiano).
Ø Horario de dormir desordenado.
Ø La casa está muy activa por la noche y no se lo
quieren perder.
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